miércoles, 8 de abril de 2009
El trabajo de Hércules en Aries - Los Caballos Salvajes de Diómedes
Aries es una de las Constelaciones de la Cruz Cardinal de los Cielos. Es la Cruz de Dios, el Padre y, por lo tanto, de la mónada encarnante. Es la expresión de la voluntad o poder, cuando se expresa por medio del gran proceso creador. Aries inicia el ciclo de manifestación. Todas las almas, como entidades individuales, vienen por primera vez a la encarnación humana en el signo de Cáncer emergiendo como entidades mentales en el signo de Aries, como entidades emotivas en el signo de Tauro y como entidades vitales en el signo de Géminis, tomando entonces forma física en Cáncer.
Aries “despierta la voluntad de llegar a lo más inferior y allí controlar, conocer totalmente y enfrentar todas las experiencias”, según reza un antiguo enunciado. En el círculo del año, Aries es el clímax de la ascensión del espíritu fuera de materia.
Es el punto más alto de la luz, el medio cielo del sentido. Como signo cardinal de fuego, Aries representa el fuego eléctrico o cósmico que existe como conciencia pura, del cual emerge toda la creación. Si meditamos en este signo durante la Luna Llena de Aries, tendremos la posibilidad de experimentar la luz más radiante de nosotros mismos.
Los trabajos de Hércules: La captura de las Yeguas Devoradoras de Hombres
“Hércules, hijo mío, sal. Pasa por el Portal y entra en el Camino. Realiza tu trabajo y vuelve a mi, relatando el hecho”...
“Captura a estas yeguas y detén estos actos malvados. Ve, libera esta tierra lejana y a los que viven en ella”, fue la orden que llegó a los oídos de Hércules.
Así comienza el Primer Trabajo para Hércules que silenciosa y voluntariamente ha elegido cumplir: Se compromete a imponer la voluntad del alma (que es esencialmente la voluntad de Dios) sobre su naturaleza inferior. Se somete a un proceso madurador para que la flor del alma pueda expandirse rápidamente.
El mito ariano está representado por el primer trabajo de Hércules. El trabajo consistía en capturar una manada de caballos salvajes que Diómedes criaba para la destrucción y la guerra. Hércules para esto llamó a su amigo Abderis para que lo ayude, y con él logró capturarlos. Tan grande fué su triunfo, que consideró indigno llevarlos él, por lo que encargó a su amigo la tarea.
Abderis no pudo con la manada y fué asesinado por los caballos. Hércules desolado volvió a realizar el trabajo y lo terminó. El maestro entonces le dijo: " el trabajo está terminado, pero mal hecho, aprende la lección de esta tarea..."
La enseñanza de este trabajo está en comprender que la fuerza solamente sirve si además se utiliza la sabiduría de la mente, el impulso del éxito a veces lleva a la derrota.
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