Diciembre - Plenilunio en la Constelación de Sagitario

El plenilunio de Sagita­rio es el periodo mas adecuado para que reconozcamos y nos iden­tifiquemos con nuestra meta en la vida.

Esta meta será inicialmente producto de los intereses de nuestra personalidad y será de tipo mundano, pero en la medi­da que recorramos el camino de nuestro crecimiento perso­nal, esta meta se tornará superior, y el nivel de influencia de nuestra acción crecerá de nuestro entorno inmediato hasta un nivel mayor que puede llegar a ser incluso mundial (indepen­dientemente que sea o no reconocida en el plano externo).

En la medida en que más hombres conozcamos nuestra verdadera meta interior y superior en la vida, podremos diri­girnos conscientemente hacia ella, y luego realizarla, hasta elevar nuestro interés hacia metas aun superiores. Se dice entonces que el lema del discípulo sagitariano es "Veo la meta. Al­canzo la meta y veo otra."

Durante el período de Sa­gitario (todo el mes), se van a afectar primordialmente los campos del arte, la ciencia y la religión, por los tipos de ener­gías disponibles.

La Mitología nos cuenta que Hércules en Sagitario te­nía que alejar a unos pájaros antropófagos en Arcadia. Ha­bía tantos pájaros que, al vo­lar, cubrían al Sol. Trató de matarlos con su garrote (que simboliza su personalidad) pero no lo logró. Utilizó en­tonces dos címbalos que pro­ducían sonidos muy fuertes con los que los pájaros volaron y dejaron el lugar. Luego éste voló con su caballo alado (sím­bolo de Sagitario) y allí dispa­ró sus flechas.

Estos pájaros son la repre­sentación de nuestras ilusio­nes, nuestros pensamientos dañinos y nuestra inercia, nuestros prejuicios, supersti­ciones, emociones negativas, etc. Ellos cubren nues­tro Sol central (nuestra alma) y no dejan que ésta brille. Para lograr el retiro de estos "pájaros", el sagitariano trabaja primordialmente la restricción de la palabra a tra­vés del control del pensamien­to. Sagitario es llamado por muchos el signo del silencio y es donde se aprende a hacer buen uso de la palabra. En la mitología, los tres pájaros más dañinos eran: La murmuración cruel, es decir la crítica, la plática del yo que es la conversación egoísta ­centrada todo el tiempo en uno mismo; y el arrojar margaritas a los cerdos, que es hablar de inquietudes ocultas en un lugar donde no va a tener eco y puede ser incluso mal interpretado. En esencia, Sagitario nos favorece el correcto control de nuestra palabra por el buen uso de nuestra mente (simboliza el conocimiento y la mente superior), lo que nos permite centrar nuestra atención en nues­tra meta. Una vez recono­cida no nos queda otra op­ción más que la de seguirla.