En la vida siempre nos encontramos con procesos de mutación y cambios, que traen aparejadas algunas inquietudes. Pero aún es mayor la angustia y desesperanza cuando esos cambios han traído también la pena (por perder algo que queremos), frustración (al darnos cuenta que hemos en cierta medida fracaso en el éxito de una tarea) y/o vemos que no existe claridad respecto a las pautas que debemos seguir para encauzarnos en lo que queremos.
Lo primero que se hace necesario entonces es trabajar con nuestros procesos del ciclo vida – muerte. Estamos hablando por supuesto de un proceso metafórico, porque cuando perdemos algo es similar a que “se nos muere algo” (alguna expectativa, motivación, etc.). Cuando pasa esto generalmente vivimos un proceso de “duelo”
El duelo es el dolor de perder lo que no se quiere perder, porque forma parte integral de nuestra vida. De ahí la importancia del proceso mediante el cual se elabora la pérdida, y en el que el doliente habitualmente se ve enfrentado a una suerte de inundación emocional que lo desestabiliza y le demanda una enorme capacidad de adaptación.
Generalmente en estas ocasiones podemos negar lo que esté pasando, o bien, darnos rabia. Pero sobre todo, exista una desesperación respecto a lo que realmente pensábamos que era cierto o verdadero. Para ello es necesario en primer lugar aceptar nuestras emociones, nuestro bloqueo y vivir la pena que nos embarga, para luego desde ahí cimentar el proceso de regeneración (o en sentido metafórico: la vida).
¿Qué podemos hacer al respecto?... a continuación te propongo algunas actividades...
Actividad 1:
En tu cuaderno, en la primera hoja, escribirás todos los sucesos de pérdida por los que llegaste a este proceso. Luego, en otra hoja (hoja suelta), colocarás todos los sentimientos asociados a lo que haz vivido. Escribe todo lo que pasa por tu mente y si lo sientes necesario realiza todo lo necesario para sacar tus emociones (llorar, golpear la almohada, entre otras). Date un espacio para estar a sola, desinhibirte y conectarte con lo que pasa y con lo que eres en el momento.
Cuando estés más calma vas a quemar el papel con las anotaciones negativas de tus emociones y las cenizas las vas a botar en algún lugar donde el agua fluya (en la naturaleza puede ser río, el mar / en casa puede ser el inodoro del baño o bien el lavamanos).
Es conveniente que lo puedas realizar en un lugar muy calmado, en donde nadie te pueda interrumpir. Idealmente puedes terminar la sesión con alguna infusión de yerbas sedantes o carminativas (como melisa, manzanilla, entre otras) y más que ideal si puedes realizarte un baño de sal con mar marina (donde puedes agregar manzanilla, lavanda como esencia, o bien, las flores naturales de estas plantas).
Actividad 2:
Esta actividad se realiza SOLO el día o los días después que realizaste la actividad uno, no es conveniente realizarla el mismo día en que trabajaste con tu duelo.
En una hoja (que puede ser realizada en tu cuaderno de anotaciones) vas a analizar todo lo que te está pasando y con las posibles oportunidades que se pueden barajar en el momento. A continuación te expongo un ejemplo.
Fortalezas:
(coloca aquí todos tus recursos personales, emocionales, espirituales, intelectuales y destrezas que posees. También si cuentas con cosas materiales que apoyan tu proceso, o personas que verdaderamente apoyan tu proceso)
Oportunidades
(coloca aquí todas las oportunidades que veas en la vida: posibles trabajos, nuevos lugares, opciones que se den en tu trabajo o en los estudios, personas que podrían apoyarte en el mediano a largo plazo, nuevos escenarios en donde puedas encontrarte y que tengan una base sólida de que puede llegar a concretarse).
Debilidades
(escribe aquí todas las debilidades personales que poseerías y que no te dejarían avanzar, las carencias o lo que paraliza tus proyectos y cambios)
Amenazas
(escribe acá todo lo relacionado con circunstancias que pueden dañar tus proyectos, OJO CON QUE REALMENTE SEAN SITUACIONES REALES, NO MIEDOS PERSONALES – me refiero acá a que a veces la gente a pesar de de estar sólido en un puesto de trabajo igual siempre teme a perder la pega, entre otras).
Actividad 3:
Analiza lo que colocaste anteriormente y ve le panorama completo. Contesta en tu cuaderno las siguientes preguntas.
a) ¿Cómo te ves/ te sientes dentro del esquema que propusiste anteriormente?.
b) ¿Ves salidas posibles?. ¿De qué tipo?.
c) ¿Qué estrategias podrías tomar para dar nuevamente rumbo a tus expectativas?
d) ¿Qué de lo que propusiste te encuentras realmente con interés de realizar ahora?.
e) ¿Qué te propusiste a realizar desde esta semana?.
Actividad 4:
Monitorea lo que vas realizando y anótalo en tu cuaderno, pone con detalle que haz realizado.
En unas semanas más subiré otras actividades orientadas al trabajo con los cambios
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